giovedì 2 marzo 2017

Los topos

Los “topos” eran los republicanos que, tras la Guerra Civil española, optaron por vivir escondidos  por muchísimos anos en los sitios más inhóspitos, para escapar de la represiόn franquista. La historia de estas personas fue descrita en el ano 1977 en la obra "Los topos de La Guerra Civil" por los periodistas Manuel Leguineche y Jesus Torbado. Los protagonistas de este libro son 24 y todos estuvieron encerrados por casi 20 o 40 años, fueron alimentados por familiares en condiciones de clandestinidad y vivieron en ambientes poco seguros y  tampoco igiénicos.

Algunos de estos hombres permanecieron encerrados hasta que el gobierno franquista extendiό un decreto en el 1969, en el cual se declararon todos los delitos cometidos hasta el fin de la Guerra Civil, el 1 de Abril de 1939.

Una persona representativa se reconoce en la figura de Manuel Cortes Quero, que, aunque después de la Guerra quiso reunirse con las otras autoridades, se oblio, siguiendo el consejo de su mujer, la cual habia entendido el clima de violencia que seguiría la guerra. Entonces en los primeros anos vivió en un agujero en la casa de su padre, saliendo solamente por la noche para mover sus piernas. Después su mujer logró comprar una casa, donde construyeron un espacio especial para esconderse. Hicieron lo mismo con la segunda casa y siguió siendo ocultado por 30 años.  Desafortunadamente no pudo participar en la boda de su hija y tuvo que automedicarse algunas heridas tras algunos problemas, tanto que, por ejemplo, se arrancó él mismo la mayoría de los dientes. Cuando en 1969 sintió en la radio la noticia de la amnistía, no pudo creerle y esperó algunas semanas antes de salir de su casa e irse al ayudamiento para legalizar su situación.

Su caso hizo noticia y llevó a otros topos a salir de sus escondites y contar su propia experiencia, como por ejemplo el comunista Pedro Nolasco Perdomo Pérez, que tuvo una historia parecida. Aunque ha pasado bastante tiempo, hoy en día no tenemos muchísimos testigos  que nos cuentan los terribles años que estas personan  pasaron, como si España quisiese esconder y “olvidar” lo que sucedió durante la dictadura.





giovedì 23 febbraio 2017

COMUNISTAS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


La guerra civil española fue una de las guerras más sangrientas del siglo XX. Empezó en Julio de 1936 y terminó en Abril de 1939. El conflicto era entre el bando republicano, que apoyaba el gobierno, y el bando rebelde, cuyos miembros eran por la mayoría nacionalistas y soldados, que se oponían al gobierno y querían una dictadura. Tenemos que recordar un factor muy importante que influyó en el resultado de la guerra civil: las ayudas suministradas por la Unión Soviética. Esta gran potencia dio a España muchos aviones y muchas armas, no respetando las directivas impuestas precedentemente a nivel internacional. De hecho, los comunistas de las Brigadas Internacionales sostuvieron los republicanos en la batallas más importantes de la guerra: un ejemplo fue la batalla del Ebro que vio enfrentarse  las Brigadas y los franquistas. Pero, la superioridad de la aviación franquista aniquiló las tropas republicanas también porque las Brigadas se fueron antes de acabar la batalla y sufriendo muchísimo los ataques nacionalistas.
En realidad, la historia del PCE (Partido Comunista de España) empezó antes de la guerra: en el principio de 1931 tenía sólo 8800 militantes. Consiguió construir un gran partido de masas y por eso tuvo que volver a la clandestinidad. De hecho, en 1937, creció rápidamente hasta 300.000 afiliados que se arrollaron en las tropas voluntarias. La situación era muy difícil: opiniones divergentes en el bando republicano acabaron, en el mes de mayo de 1937, en un conflicto entre comunistas y anarquistas, ya que los comunistas querían tomar el control de los edificios públicos de la ciudad controlada por los anarquistas. Además  la Unión Soviética quería seguir siendo líder de las otras naciones comunistas del mundo y por eso Stalin se opuso a los miembros anarquistas y trotzkistas en campo republicano.
Después de la Guerra Civil, los perdedores y los que no estaban de acuerdo con la represión franquista fueron sujeto de represión (violencia física, económica, política y cultural). Estaban prohibidos los partidos políticos que estaban contra el régimen; fueron también censurados todos los medios de comunicación.
Fue instituido el Tribunal Especial para la represión de la masonería y el comunismo, que fue suprimido en 1964.
                                               


Serena Carbonera, Alessia Franzon, Natalie Sclippa, Jenny Ventoruzzo, Giorgia Zanuttini, Maurizia Zucchetto

LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA


2007-2017: ya han pasado 10 años de la emanación de la Ley de Memoria Histórica de España, con la cual se reconocen y se recuerdan todas las víctimas y los desaparecidos de la Guerra Civil y del franquismo. Un millión fueron las víctimas que dieron sus vidas, sin contar todas las personas que tuvieron que exiliarse de su propio país.

Todo empezó en Julio 1936, con los asesinados del socialista Castillo y, el día siguiente, un miembro de la derecha, Sotelo; esta fue la chispa que provocó la lucha entre los partidos políticos de derecha, formada principalmente por monárquicos, eclesiásticos y algunos campesinos, e izquierda, compuesta por socialistas, republicanos, el movimiento obrero y parte del pueblo que no estaba de acuerdo con la revolución. De esa manera nació una guerrilla política que se convirtió en una guerra civil, apoyada por otras causas lejanas como la influencia de la iglesia que influía demasiado en las cuestiones del Estado, sobre todo a través de la educación. A la lucha aderieron no solamente 16 provincias españolas, sino también voluntarios de varios países de Europa. En este contexto se afirmó la figura de Francisco Franco, guía del ejército que se sublevó en Marruecos el 17 Julio y que, en abril de 1936, llegó a Madrid y dio inicio a la dictatura franquista. Lo trágico es que el número de víctimas no terminó con la fin de la guerra civil: una vez proclamado jefe de estado, Francisco Franco empezó las represiones contra los opositores. Afortunadamente, hoy en día se da aún grande importancia a lo que pasó en aquellos años para recuperar la memoria histórica; en 2012, por ejemplo, el gobierno de Mariano Rajoy encargó la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y la Dictatura de coordinar las exhumanaciones de los restos de los desaparecidos, que sin embargo no terminó por problemas económicos. A pesar de que España tenga que recorrer un largo camino para que las víctimas y sus familias alcancen el reconoscimiento y el valor que merecen, nadie olvida la brutalidad de aquellas acciones y el sufrimiento de los que sacrificaron sus vidas para su propio país. 




Nicole Cossu, Arianna Bortolussi, Lisa Dreon, Devid Volpatti, Adele Moro

FRANQUISMO, FASCISMO, NAZISMO


En el siglo veinte, especialmente en la primera mitad, se desarollan tres regímenes dictatoriales: el nacismo en Alemania, el fascismo en Italia y el franquismo en España.
El  contexto en el que se forman es la Europa del primer posguerra, es decir caracterizada en gran parte por una grave crisis económica y, consecuentemente, también política y social. En efecto, en el periodo de la guerra, casi todas las industrias empezaron a fabricar lo que los soldados necesitaban para el conflicto, pero, una vez que esto terminó, las fábricas no fueron convertidas al papel que tenían antes. A esto tenemos que añadir también la inflación y la desvalorización de los productos que siguieron. Todo eso causó sublevaciones por parte de la población, que en muchos casos no estaba contenta con el resultado de los tratados de paz, y conflictos entre los varios partidos políticos, creando así el contexto favorable al nacimiento de formas de gobierno dictatoriales.
Podemos indicar como fecha  del comienzo del regimen nazista el 30 de enero de 1933, día en el que Hitler fue nombrado canciller; el gobierno de Mussolini comienza a tener rasgos totalitaristas entre 1925 y 1926, con la promulgación de las “Leyes del Fascismo”, mientras que el franquismo se desarolla un poquito más tarde, a partir del 1939, es decir al final de la Guerra Civil Española.
Los tres tienen muchas características en común. Primero, el poder está reunido en las manos de un pequeño grupo de personas, las que dominan. Estas tratan de tener el apoyo de la mayoría de la población monopolizando la instrucción y los medios de comunicación de masa, para educar a la gente en los valores del régimen, y persiguiendo a los opositores. Todos, además, limitan o anulan las libertades y los derechos individuales, tanto los políticos, por ejemplo el derecho al voto, como los civiles.
Hay también una colaboración entre los dictadores, en particular en la Guerra Civil Española. Alemania e Italia, en efecto, envian tropas, tanques y aviones para ayudar al movimiento de derecha, es decir a Fancisco Franco, y cumplen acciones de piratería como el torpedeo de algunos barcos. Hitler y Mussolini deciden intervenir por dos motivaciones: primero para defender el nacimiento de un régimen similar a los suyos, y tambén para ejercitarse para la Segunda Guerra Mundial, que marcará el fin de fascismo y nacismo. La dictadura de Franco durará, en cambio, hasta 1975, año en el que él morirá.





Bet Federica, Gazziola Martina, Giordano Martina, Gnesutta Davide, Ongaro Marco, Tamos Mattia

LITERATURA Y EXILIO



Durante la Guerra Civil española, la mayoría de los intelectuales de aquel tiempo no

estaba de acuerdo con la ideología del gobierno de derecha de Francisco Franco. Estos

escritores, que tenían ideas republicanas, favorecían la libertad y todos los valores

opuestos a los que la dictadura proponía.

Por estas tendencias revolucionarias, algunos autores, como Federico García Lorca o

Miguel Hernández, fueron considerados opositores y, entonces, fueron matados; mientras

tanto, otros no querían quedarse en España y se vieron obligados a huir al extranjero,

viviendo la experiencia del exilio.

Los países más preferidos por estos literarios fueron Francia, México y Argentina, pero

otros eligieron también los Estados Unidos, otros países de América del Sur, Unión

Soviética y Reino Unido.

Por un lado, los intelectuales tenían que vivir en contextos sociales completamente

diferentes y no se sentían parte de la sociedad extranjera, perdiendo casi su propia

identidad; pero, por otro lado, el exilio se convirtió también en una nueva forma de ver el

mundo y entender los valores fundamentales y universales que tienen todas las culturas.

Algunos exiliados querían mantener viva la memoria de lo ocurrido en su patria, el

recuerdo de la guerra, la nostalgia y el deseo de recuperar el pasado, como Jiménez,

Salinas, Alberti y Aub. Pero, posteriormente, hasta 1960, los fugitivos se dieron cuenta de

la imposibilidad de cambiar la situación actual, y entonces el espíritu combativo terminó y

la poesía empezó a ser más intimista.

Con el transcurso de los años, en España empezó un proceso de evolución interna que

condujo a la instauración de la democracia y la demolición de la dictadura. Esto permitió el

regreso de los exiliados; muchos, sin embargo, decidieron permanecer en los países en

los que se refugiaron, porque se habían ya integrado allá.




Vantu Andrada

Scodeller Veronica

Ronchese Massimiliano

Pasin Michela

Ius Celeste

Barbieri Mattia